Cuestión de perspectiva: desde el aire las cosas se ven distintas.
Esta vez la peregrinación al magneto Neoyorquino incluyó interesantes novedades: una vuelta a la isla en helicóptero, concierto de clásica en el Lincoln Center (mensaje al Avery Fisher Hall: es la cuarta vez que por H o por B no se dió; la quinta será la vencida). Sorprendido por la ingeniosa idea del High Line – un parque lineal hecho sobre una abandonada via de ferrocarril elevada que corta la isla de norte a sur; acá en Toronto tenemos algo ligeramente parecido, al menos en un plano conceptual – pero no tan cool.
Aquí van algunas instantáneas.
Y luego el despegue…
Ya en tierra:
Manejando un par de horas hacia el norte de Toronto se llega al lago Hurón – más específicamente a la gran Bahía Georgiana (¿será esa la traducción de Georgian Bay?). Aquí, además de hiking y de los paseos en canoa, uno puede subirse a un pequeño hidroavión Cesna – desde arriba se ven las (literalmente) miles de islas pequeñitas, muchas tan pequeñas que a duras penas entra una sola casita. Especulo que aquí muchos habrán hecho realidad el sueño de la isla propia… por más minúscula que sea :)
Una vez por año, marcando el final del verano, el grupo de acrobacias aéreas Snowbirds dá un show sobre el lago Ontario; son toda una institución aquí.
Las fotos: NYC 2013; Georgian Bay + Snowbirds 2013.
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