Me tomó un tiempito, pero aquí está la segunda parte de las fotos de mi viaje al sur y centro de México del año pasado.
No muy lejos de la hermosa San Cristóbal de las Casas (ver Parte I), cerca de Tuxla Gutiérrez -capital de Chiapas- está el Cañón del Sumidero. Bonito lugar, me sorprendió encontrar cocodrilos (enormes!), acá va uno:
El paseo en bote fue movido. Por suerte, el capitán tenía todo bajo control.
Un poco de naturaleza después de un año urbano. And now for something completely different… más cocodrilos!
Ya dejando la Sierra Madre de Chiapas, la siguiente escala fue Oaxaca, en el estado homónimo. Si bien es ciudad capital, el aire de pueblo se puede respirar en cada calle.
Cerca de Oaxaca (o más precisamente: sobre Oaxaca) está Monte Albán. En la cima de una sierra que limita y domina dos valles, los antiguos americanos (500 a 1000 DC) tenían un privilegiado centro ceremonial y ciudad aledaña. El lugar es muy impresionante.
Mitla no está muy lejos. Hoy es un pueblo construído sobre otro pueblo, originalmente Zapoteca y más tarde Mixteca. Algo característico del sitio es su cuidada arquitectura y los motivos ornamentales («mosaicos») de los edificios, geométricos. Las ruinas principales están detrás de la iglesia del pueblo; la iglesia se asienta sobre lo que fue el templo principal.
El contraste de culturas impacta hasta el día de hoy.
Los motivos geométricos de Mitla inspiran a muchas familias de tejedores del lugar.
Ya viajando resueltamente hacia el norte y llegando a México central, a unas ocho horas de viaje en autobús desde Oaxaca (durante los cuales el dicho autobús atropelló a una pobre vaca noctámbula), está Puebla, rodeada de volcanes. Si bien ubicada muy cerquita del «DF», no puede ser mucho más diferente. No sólo en escala (presumo que todo lo que está fuera del DF en México se siente pequeño y provincial), sino en estilo: la ciudad tiene una mezcla de aire europeo y latino que es fascinante. Como escuché decir por ahí, si tuviese que elegir un lugar para vivir en México, sería probablemente aquí.
Y no sólo por el mole poblano.
Y un poquito más al norte, del otro lado del volcán Popocatepetl, está Ciudad de México, literalmente sobre la antigua México-Tenochtitlán, capital de los Mexicas (llamados también Aztecas). Conozco algunas ciudades grandes de América y Europa, pero la escala y la cantidad de gente en todos los rincones tan característica aquí me sobrepasó totalmente. Subterráneos llenos un domingo a las ocho de la mañana. Infinitas personas en el Zócalo y alrededores. Y en los museos y en los parques y en todos lados.
Y todo en medio de un caos de tránsito que excede el de Buenos Aires y el de Asunción y todos los que yo conocía.
La ciudad tiene muchísimos rincones bonitos, barrios bohemios, e incluso ruinas arqueológicas enormes: las ruinas del Templo Mayor, a metros del Zócalo (plaza central) y la gran catedral (construída sobre templos), curiosamente los altares de sacrificio siguen allí, es muy impresionante y muy único.
Durante los días que estuve allí, el Zócalo estuvo literalmente cubierto de libros (y gente, se entiende), atraídos por la feria que se estaba llevando a cabo. Música y shows, lo usual para una feria del libro, lo más llamativo fue el show de cierre, con El Otro Yo, una banda semi-underground de Buenos Aires, que tiene su propia tribu de seguidores en DF (para no mencionar a Soda Stéreo, que tiene hordas de seguidores por todos lados allí -o al menos esa sensación me quedó-).
Aquí va la foto obligada de la Catedral, desde el Zócalo.
Y el bello Palacio del Museo de Bellas Artes.
Y finalmente, aquí hay una prueba de que la lectura definitivamente apasiona a los habitantes del DF… un martes a la tarde en el centro de la ciudad.
A unos cuarenta kilómetros del DF, en medio de una zona hoy desértica, esta Teotihuacán (ciudad de los dioses), un enorme centro ceremonial que estaba abandonado ya en la época en que el pueblo Mexica llegó desde las tierras del norte y fundó su ciudad capital. Si bien los turistas llegan de a miles, el lugar no pierde su poder de fascinación, vean si no las fotos que siguen.
Y una vista panorámica de la impresionante Avenida de los Muertos tomada desde arriba de la Pirámide del Sol. (Cliquear para apreciar un poco mejor la vista…)
Inevitablemente este fue un corto resumen, más fotos de este viaje se pueden ver en la Galería de Fotos.
Leyendo tu espacio aprendo, gracias.
Saludos
Excelentes tus resumenes. Gran viaje. No idealizo estos pueblos aborígenes porque también efectuában sacrificios humanos.